17 oct 2007
LA CITA
Me encontraba en el apartamento de un hombre que había conocido a través del chat. Nos citamos por teléfono y al vernos, sentí la distancia, lo virtual había producido un engaño sobre lo real.

Le pregunté:

-¿Dónde vamos?Y él me dijo:-No sé, on tú vullgues...

La situación era difícil: yo esperaba que los días no transcurrieran a modo de distancia, que cada hora que pasara no se convirtiera en una nueva cancela en mi casa, en mi cuerpo. Yo esperaba que me arrastrara a la cama, que me quitara la ropa y que me sedujera allí mismo. En realidad, yo esperaba a otro tipo de hombre.

Respect. Respect. Respect. Respect. Respect. Respect. Don.t touch my brain.

Y un rato después, me quedé dormida, soñando con el héroe de mis historias... Anirem...fins al centre de la terra o fins al costat il·luminat de la lluna o fins al fons de l'oceà glacerà... Y al despertar, estaba mirándome (como dentro de un cuento de terror) empapando la cama de babas y sonrisas. Sentí mi dosis de abstinencia, primero, como una punzada, y después como un dolor más suave, casi agradable, que podía llegar a ser nada. El parecía dispuesto a acompañarme en mi delirio.

Bien, pensé, ahora tengo que confesarle: me gusta que me besen en sitios públicos, que me hagan el amor en los lavabos, que me abandonen en las madrugadas ... No sé si me estás comprendiendo, verás: siempre tuve expectativas demasiado morbosas, visionados de Alicia en el País de las Maravillas y exceso de alcohol en la sangre... Soy hiriente y bastante perra, podría terminar devorando tu corazón. Lo sabes ¿no?.

Él aceptó de todos modos.

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posted by Patricia Venti at 8:44 | 0 comments
Trago un puñado de analgésicos, me persigue una jaqueca insidiosa. Treinta metros cuadrados no alcanzan para calmar el insomnio. Las ratas luchan por conciliar el sueño pero no deben enfrentarse a las pesadillas, ellas conocen lo que los hombres ignoran. La indiferencia no tiene peso, es un alarido hueco. Solo se trata de perderse, errar, lograr dormir. Veo filamentos torcidos flotando de un lado a otro. Paseo toda la noche, voy al baño, abro el grifo de la ducha y el agua me golpea la cara. Me gustaría distender el pecho para calmar tantos sentimientos contradictorios. Cada vez que doy un paso compruebo mi estrangulamiento. La noche no viene, ¿tristeza? No puedo hablar, espero largos minutos para ser juzgada, lucha cuerpo a cuerpo. Si alargo las manos solo encuentro cardos, una rosa marchita: el agua hiere. Alrededor de la boca, se expande un reguero de saliva. Hundo la hojilla en la piel, mis venas se abren, mana sangre pero no hay dolor, es como morderse la boca o la lengua sin saberlo, desollarse sin sentirlo. Mi vida es un video-tape imposiblemente veloz, las sombras se acercan, animal acorralado, toque de acoso, mea culpa.

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posted by Patricia Venti at 8:24 | 1 comments
16 oct 2007
ESCRITORES

Frente a la cúpula de los inválidos, el Pensador reflexiona acerca de aquellos que se lanzaron del Buttes-Chaumont. En el Flore, donde se veía a Bataille, a Hemingway, Mauriac, sólo hay jovenzuelos de rostros famélicos, con el uniforme del posmoderno de luxe. De igual forma ocurre en Les Deux Magots y en el Café de la Mairie a donde iban Bonnefoy, Du Bouchet y escritores jóvenes. Es lamentable la desaparición de los cafés literarios. Cada artista está escondido en su guarida, garabateando palabras y gestos indecibles. En el Café Lamarche conocí a varios escritores latinoamericanos, fue una experiencia decepcionante. Para ellos la literatura es una autobiografía lacrimosa, contada de una manera tan aburrida que a su lado los anuncios de tampones son un “thriller”. En el grupo habían dos colombianos, uno con ínfulas de gigolo y otro, hijo de un famoso pintor colombiano. Este último me preguntó: "¿Vives de la literatura?". Tomé aire y le dije muy seria: "No, vivo de limpiar retretes". Aquella gentuza hacía su mejor esfuerzo por interpretar bien el papel de intelectual. Ya se sabe: ser escritor constituye una cosa terrible, pero dos literatos juntos son como dos ratas en la misma trampa.

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posted by Patricia Venti at 23:22 | 0 comments
14 oct 2007
Sábado domingo lunes martes…hay demasiadas mentiras, todo está confuso, el sonido, el ruido.

El despertador suena con su ruido infernal, las voces de la radio aturden la conciencia.

Con el tiempo me he convertido en una enferma. Yo-mi- conmigo-misma dando vueltas alrededor del otro yo: camino al espejo, haciendo la comida, absorbiendo la sopa... acción cotidiana, simple, austera... Estoy poseída de abstracción mística. Escucho reiteradamente el mismo disco... Pasa el último tranvía y me abro paso entre un tumulto de gente. Y estoy sola en todas partes, en la calle y en mi casa y en las aulas. Oigo tu voz "dulces sueños, darling...
"

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posted by Patricia Venti at 5:49 | 2 comments
Querido F:
Me pregunto que cosas pueden darnos la felicidad, quizás tener una familia, tener una pareja que te quiera, un trabajo, amigos, una casa, éxito profesional...¿esto te da la felicidad? probablemente, sino completa por lo menos en parte. Pues haciendo un balance de lo que yo tengo y lo que no tengo, da como resultado: yo carezco de una familia, una pareja, una casa, un trabajo, éxito profesional. Tengo: buenos y sinceros amigos. ¿Serán ellos la razón para seguir viviendo...? Hoy me entreviste con mi director de tesis las perspectivas no son muy alentadoras: me dijo que siendo optimista creía que podría terminarla en seis meses y no tres como yo pretendo. Las razones son varias, pero la fundamental: "Tienes estilo literario pero te falta la rigurosidad académica" Esto significa que tengo que corregir casi 200 paginas, porque son literatura y no un trabajo científico, le falta lo filológico. El futuro: pues quien sabe, quizás un McDonalds. Porque: "muchacha, en Alemania no tienes ninguna posibilidad de ubicarte y te faltan los contactos y yo me jubilo en tres años"...esas fueron sus palabras. Pero tranquilidad!!! no me iré sin decirte adonde voy. ...es lo único por el momento.

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posted by Patricia Venti at 4:39 | 0 comments
Madrid, 15/12/2007


Todo en este país es sumamente difícil. Al igual que en todas partes, aquí funciona el amiguísmo. Quizás debería renunciar a la esperanza de ver mi obra publicada, quizás mi tesis sobre Pizarnik es solo un alimento para el narcisismo y no merezco el más mínimo reconocimiento. Tardé siete años en escribir ese maldito trabajo, dejé mi vida en esto y ¿ahora qué? Perdí el contacto con la realidad, perdí a los amigos y con cuarenta años ni siquiera he sido capaz de conseguir un puesto de trabajo decente, aunque todos digan que mi curriculum es "académicamente impecable" o que soy "la mayor especialista en AP". Estoy harta de la mediocridad. ¿Tantos sacrificios, para qué? Esta tierra, al igual que la mía, está contaminada de muerte…¿O seré yo, la que está contaminada? Nada de lo que hago tiene un sentido, ni siquiera pensar en el suicidio, ni el café por las mañanas, la literatura, la copa de vino, el amante fortuito, el mar, la música, el sol entrando por la ventana!!!

El tiempo pasa junto a este tedio de estar viva, ¿hasta cuándo resistiré?

Buenos Aires, 15/01/2008

Ha vuelto la tristeza, las ganas de desaparecer, nadie al otro lado del teléfono, o una voz que responde “no puedo atenderte” u otra que dice “ya hemos hablado y no se trata de perdonar”. Así me encuentro nuevamente inconsolable, con ganas de irme y dejarlo todo. Mi vida se ha quedado reducida a estas cuatro paredes, a la soledad más absoluta, a nadie detrás del auricular, a nadie dispuesto a escuchar los problemas del otro. Se cuelga el teléfono y se sigue sumido en la miserable existencia. Hoy a las seis de la madrugada tomaré el autobús a Mar del Plata, todavía me quedan cuatro horas de espera insomne. Ahora solo hay desesperanza, los desechos más impuros.

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posted by Patricia Venti at 3:14 | 0 comments



El sentido del deber se desdibuja
y el pasado no tiene rostro.
Hablo con alguien que después no está.
Describo el movimiento de un pájaro que cae
primero la imagen, después el ruido.

Han pasado los años
abro los ojos,
vuelvo a cerrarlos
el torso sale a flote
y otra vez, hacia mí
tu recuerdo.

El sentido del deber ha tocado el deseo
contaminándolo.
Ya es imposible retroceder,
tan solo quedan restos,
para mí sólo hay restos, me digo.

Un futuro mejor.
Una vida mejor.
Un final mejor.
¿Deber?

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posted by Patricia Venti at 3:13 | 0 comments
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