En este, mi cuerpo,
solo cabe la incertidumbre
hasta que apareces tu
tratando de descifrar
el enigma.
Pero como toda tarea
de vislumbrar el sosiego
en una casa en llamas,
es inútil,
me pregunto:
¿Qué se puede esperar
de una dama en ruinas
si no hay conceptos que la sostengan?
La incertidumbre nunca me asustó
sin embargo,
repites:
"nada es estable, nada"
mientras muy bajito te digo,
con los ojos llenos y la botella vacía,
te amo.
Etiquetas: Poema