Bogotá, 11 de enero 1961
La saludo en unión del niño y su esposo. La molesto para que me conteste porque he seguido muy mala, me dan muchos ataques que son de morirme y tengo días que no levanto la cabeza, estoy en un estado de postración terrible. Lo único que le pido es unas líneas suyas para tranquilizarme. Espero su consuelo y reciba un beso de su abuela.
Bogotá, 10 de Mayo de 1961
La noticia que debo comunicarte es penosa. Pura falleció el 5 de mayo a las 3 y media de la tarde, no fue posible -pese a todos los esfuerzos- salvarle la vida. La última carta que se le leyó fue la tuya. Consideré inutil ponerte un Marconi porque era mi poco lo que podría haberte dicho, ahora ya con un poco de calma, te envío esta carta que espero sepas recibir con resignación como lo mandan las circunstancias de lo inevitable.
Te cuento, aquí todos estuvimos muy acongojados por esta desgracia y en medida de nuestro propio dolor te consideramos aquí. Como ya te dije antes, tu carta le fue de gran consuelo y tranquilizó los últimos días de la vieja, pues como bien sabes, ella vivía recordante. Tu eras una de sus mayores preocupaciones y tal vez su mayor dolor consistió en no haberte podido ver. Hasta el último momento te pensó.
Por imposición mía se logró hacer un entierro bastante concurrido, con muchas flores y bastantes vehículos. Que por lo menos tratamos de hacer una despedida digna de la abuela y afortunadamente logramos plenamente el objetivo.
Una vez desparacida Pura, espero que nuestros contactos no se rompan y mantengamos una correspondencia regular. La ausencia de la vieja debe contribuir a acercarnos mucho más. Por el momento, es todo y dale saludos a Freddy. Por mi parte te seguiré pensando y considerando en estos momentos tan duros. Contesta pronto.
Santa Marta, 20 de junio de 1972
Hace tiempo que no tenemos comunicación de ninguna clase. Parece que ambos somos un tanto puntillosos. De todas maneras yo siempre por uno u otro motivo, estoy pensando en escribirte. Pero también por infinidad de pretextos lo aplazo constantemente. Ponte a calcular que aquí hace rato empezaron el tema de una bienal pictórica en Medellín, como sé de tus aficiones sobre el particular siempre te tuve en mente para mandarte cuatro letras, pero nunca lo cumplí. Ahora ya pasado el acontecimiento y con algunos recortes de periódico transnochados lo estoy haciendo tardiamente. Pero sé que debo hacerlo ineludiblemente.
El 28 de enero le envié una extensa carta certificada a Freddy. Le hacía una consulta y muchas preguntas. Obvio, que no me ha contestado. No me extraña su silencio pero quisiera saber si recibió mi carta. Por favor envíame las fotos que me prometiste, me refiero a las familiares, porque las de tus trabajos, me he resignado a no conocerlos. A propósito ¿seguiste con tus estudios de pintura y escultura?...¿Cómo va la preparación para la exposición? ¿A qué te dedicas en estos tiempos finales? Tu sabes que todo esto me interesa en gran medida.
En cuanto a mí, hay mucho que contar. Primeramente, no he conseguido ningún trabajo. Ahora si es cierto que ni siquiera un miserable remiendo. Total, esta es la época más mala de toda mi vida. Naturalmente que la falta de dinero me tiene descuadrado en todos los aspectos. Para empeorar las cosas, debo seis meses de arrendamiento y me están pidiendo que desocupe, pero estoy embotellado porque no tengo como hacerlo fuera. Y si pretendo continuar aquí, tengo que ponerme al día.
Como las cosas malas nunca vienen solas, para completar, en los últimos tres meses he estado bastante enfermo. Me tuve que hacer una infiltración en las piernas y estas me fallaron notablemente. Hasta el presente continúo muy impedido por rigidez y estado doloroso de ambas extremidades. Luego se me ha presentado un malón de estómago, medio maluco e infeccioso que durante mes y medio me han tenido con drogas e incomodidades. Blanca por su parte, también la afectó el mal estomacal. Así estan las cosas, estamos tomando medicinas y aguas de yerbas.
De la gente nuestra, sé muy poco. Este silencio, se debe a mi poco comunicación, y muchas veces demoro meses en contestar las cartas. Ultimamente, Teresa me contó que no ve a tus hermanas y tampoco mantiene correspondencia con ellas. No te alargo más esta carta y espero una respuesta tuya lo más pronto posible.
Santa Marta, 25 de febrero de 1974
Naturalmente estaba pendiente de tus noticias para estos tiempos o fechas, pues, me dijiste en la última carta, que tendrías una exposición. Ahora el 23 del corriente, acabo de recibir un cheque por USA de 232 dólares, envueltos con una hoja de papel que tenía escrito: “Maracaibo, 14 de febrero 1974. Saludos, todos bien”. Como ves muy laconico pero muy sustancioso, además como suprondrás oportunísimo.
De Freddy recibí una carta del 20 de enero. Fue muy atento de su parte, enviarme un frasco de tabletas para la artritis, y me dijo que estuvo contigo en las navidades. Según veo, se está adaptando a sus nuevas condiciones de vida y estudios en Londres.
Creo que el muchacho saldrá exitoso, en buena hora se fue a Europa, ya que la lucha por la existencia en estos tiempos es díficil, y por esas tierras es más fácil obtener una alta preparación en su especialización.
Hablando de mis cosas, te cuento que estoy mejor. Hace dos meses y medio hice una consulta con un nuevo doctor. Los médicos anteriores no me hicieron nada, al contrario me puse peor, hasta llegar al estado de casi la completa postración física. Estos comerciantes solo querían sacarme el dinero, mientras el galeno que me está viendo es bastante honesto. Según los últimos análisis, además de la artritis, tengo una deficiencia en la circulación periférica, algo de arteriosclerosis. Al tratar esta última dolencia, los resultados, como te decía, son óptimos y es por lo cual estoy en una lenta pero segura mejoría.
Ojalá que tus problemas de alojamiento se hayan resuelto favorablemente. Para la niña muchos cariños y para ti grandes abrazos.
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