Querido hermano:
Maracaibo, 4 de noviembre del 2003
Querida hermana:
Que bueno tener noticias tuyas, de ti, aunque parezca redundante. Si son noticias de ti, no de tus quehaceres cotidianos. Ciertamente hace tiempo que no nos damos un abrazo y más tiempo que nos separamos, por distintas razones, quizás porque es ley de vida buscar cada uno su forma y lugar de vivir la vida a su manera. Y cada uno la vive creyendo que es la mejor, y al final parece que todas son un espejismo... Así pues, cuando cae el sol, comprobamos que no había agua, todo había sido una ilusión, nada más.
Lo importante es aprender a disfrutar de ese espejismo y dejar que los demás disfruten del suyo sin tratar de forzarlos a que vean el nuestro. Quienes llegamos a este mundo primero, creemos que lo conocemos un poco mas o un poco mejor y tratamos -a tor ou a raison- de imponer a los demás nuestra visión de las cosas. ¿Me explico? Quizás esa es la explicación de mi lucha contra tu literatura.
Pero a estas alturas del partido, he entendido que esa era/es tu vida, que nada más que tu misma la podía cambiar y .......que no importa cual sea la ruta que siga uno en particular, la vida es igual en todas ellas, con sus preocupaciones fundamentales, siempre iguales, con sus grandes incógnitas siempre irresolutas.
Con los años, he aprendido que se debe dejar disfrutar a los otros de su espejismo, de su ruta elegida en la vida y simplemente acompañarlo y ayudarlo a que la siga con menos pesares,que siempre los habrá inevitablemente.
La vida se encarga por sí misma de hacerle corregir a uno el curso y de tomar los correctivos que le hagan mas llevaderos los años por estas tierras.
Creo que en estos últimos tiempos has tenido a L. como un buen compañero de viaje. Me alegra mucho que le tengas a tu lado.
Desde la lejanía sigo a tu lado y entiendo que nuestra relación de hermanos, de haber compartido aquellos años de la calle 72 y de Juana de Avila ,el amor por mamá y por papá, nos unen para siempre.
Tus dificultades para escribir son el precio del músico, del artista, del pintor, que por haberse consagrado a un arte, ya no lo puede disfrutar como cualquier otro ser humano, pero que al hacer su arte le deja algo permanente al mundo, a diferencia de los que no somos artistas sino seres ocupados de las banalidades de producir y contar lo producido, que lo que dejamos pasa muy rápido y no le deja nada a la humanidad.
Sigue adelante con tu arte, tus letras, pero no te dejes engañar por ellas: no son toda tu vida, solo una parte.Quizás sea fácil entregarse solo a ellas como en mi caso a la ingeniería o la producción, pero eso es un espejismo y lleva mucho tiempo darse cuenta.
Recibe un abrazo y mis mejores deseos para ti.
Etiquetas: carta