Un decenio se cumple
de aquella llamada
anunciando noches de mal dormir.
Mis naipes del Tarot
(todo tan negro, ninguna salida)
como teletipos de toda desgracia
me ocultaron una noticia importante:
“los aniversarios están poblados
de pequeñas desgracias que no afectan a nadie”
Qué celebrar
si soy estúpidamente infeliz
y el amor se hace ridículo y vacío.
En cualquier caso,
no puedo dejar de fingir
sin mudar el gesto,
desempaquetar regalos nunca dados.
¡Pobre enferma!, dices
tierna y distante.
Sin embargo,
y pese a todo,
la suerte está echada:
No hemos de encontrarnos ni en tu cielo Zen.
de aquella llamada
anunciando noches de mal dormir.
Mis naipes del Tarot
(todo tan negro, ninguna salida)
como teletipos de toda desgracia
me ocultaron una noticia importante:
“los aniversarios están poblados
de pequeñas desgracias que no afectan a nadie”
Qué celebrar
si soy estúpidamente infeliz
y el amor se hace ridículo y vacío.
En cualquier caso,
no puedo dejar de fingir
sin mudar el gesto,
desempaquetar regalos nunca dados.
¡Pobre enferma!, dices
tierna y distante.
Sin embargo,
y pese a todo,
la suerte está echada:
No hemos de encontrarnos ni en tu cielo Zen.
Patricia Venti
2007
Etiquetas: Poema